domingo, 13 de julio de 2008

Masacre del camino de las moras

Foto: María Cristina Mattioli y su esposo, también desaparecido.

El hallazgo se produjo en vísperas del golpe militar. "Se trata de los cuerpos de cuatro mujeres, cuyas edades oscilarían entre 15 y 26 años. Todos, se encontraban con los pies y manos atadas y los ojos vendados", publicó El Litoral, el 20 de marzo de 1976. Y planteó una hipótesis sobre la causa de la muerte: estrangulamiento. Al día siguiente, el diario volvió a citar a fuentes policiales que descartaban que la masacre "tuviera alguna conexión con grupos subversivos" y entendían "en cambio, que el caso podría encuadrarse en las actividades que desarrollan tratantes de blancas".


Página 12. Julio 13 del 2008.


Probablemente era una noche fría, no se por qué me la imagino fría. El relato tiene algo de parecido a Operación Masacre de Rodolfo Walsh. Debe ser eso, estoy seguro. Lo vislumbro en un punto tal que la piel se estremece y cada pelo del cuerpo se eriza hasta un sin fin de miedo y terror.


Probablemente un foco de luz tenue diagramaba sombras sobre a ruta provincial 64, que une a Larrechea y Coronda. Unos escasos mil metros la separan de la autopista Santa Fe-Rosario. El tramo rural se conoce como “el camino de las moras". Los cuerpos se movían sigilosos entre la oscuridad. Esbeltos, casi invisibles, para no levantar sospechas. El Fálcon debe haber estado estacionado sobre la banquina. Cruzado en la banquina. Las huellas de las ruedas salpicadas en la tierra.


En estos ocho años, el trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense y los análisis realizados en el Banco Nacional de Datos Genéticos del hospital Carlos G. Durán, de Buenos Aires, y luego, en el Laboratorio de Genética Molecular (Lidmo) de la ciudad de Córdoba, permitieron identificarlas: la primera, fue Olga Teresita Sánchez, el 15 de setiembre de 2004; la segunda, María Cristina Mattioli, el 6 de setiembre de 2007, y la tercera, Graciela Cristina Siryi, en abril de este año. (Página 12).


María Mattioli y su esposo eran militantes de la Juventud Peronista. Olga Sánchez y Graciela Siryi de la agrupación Montoneros. Los dos primeros fueron secuestrados en la casa del suegro de María. Graciela fue raptada cuando se dirigía a una reunión política en Villa Hipódromo. Se desconocen los datos del secuestro de Olga.


Muestras del ADN de la cuarta mujer fueron enviados a Estados Unidos. Para estos días será revelada la identidad de la joven asesinada cuyo nombre se desconoce. Como sentenció el matutino El Litoral en esos días, tendría entre 15 y 20 años cuando fue asesinada.


La noche avanzaba y el sudor se desplazaba lento por las mejillas de los asesinos. Ya habían arrojado cal sobre los cadáveres para hacerlos irreconocibles. Taparon la fosa lentamente, con palas provistas, por supuesto. Se secaron la cara con las mangas sucias de la camisa, o del sweater. Estoy convencido de que no evitaron sus carcajadas. Incluso pueden haber escupido sobre la fosa tras decir: " Zurditos de mierda". Abandonaron el lugar mientras se sacudían las manos y se seguían riendo. El sol salía por donde empieza la ruta y el conductor metía segunda en el auto. Desaparecieron en el horizonte. Si hoy no se murieron de viejos deben estar mirando los avances del noticiero de las 7. Eso no es malo. Lo malo es que van a morir libres y sin juicio cuando estas jóvenes tuvieron su juicio hace 32 años y algunos meses. Un juicio desigual y con la pena de muerte. Que como todos sabemos, nunca fue aceptada en nuestro país.


Este episodio no tiene ningún libro, y es incluso desconocido. Pero merece cómo esta, miles de menciones más.


Belisario

1 comentario:

Pateadora oficial de adoquines. dijo...

Estamos en el mundo del reves...los buenos bajo tierra. Los hijos de puta disfrutando del placer de estar vivos, junto a su familia y probablemente con "hijos" que no son suyos.

Hay mucho que decir, pero más hay para hacer!


Romina